Desarrollo del niño: ser hijo único
Ya sea porque opción o por cosas naturales, estos consejos te ayudarán a ser madre de un hijo único desde pequeño.
Mamás todo el día, casi imposible. La mujeres cada día tienen menos tiempo para criar y compartir con sus hijos, ya sea porque trabajan o porque tienen que hacerse cargo de las labores de la casa. Por eso, la alternativa del hijo único va en ascenso. Pero, ¿es la mejor solución?
Aunque siempre se ha dicho que el hijo único es el mimado, caprichoso y mal educado, ellos tienen cualidades como cualquier niño con hermanos, siempre y cuando los padres contribuyan a potenciarlas. La tarea es de ellos.
Tener un hijo único significa la mitad de las preocupaciones para los padres, quienes, además pueden dedicarle todo su tiempo, entregarle todas las facilidades y oportunidades en la vida, que quizá con más de uno no podrían hacer. Sin embargo, esta entrega al 100% debe hacerse con cuidado. Expertos en el tema, afirman que esta situación puede hacer que tu hijo crezca con capacidad triunfadora, teniendo en cuenta que ha vivido con una menor carga ansiosa por la competencia que significaría compartir la atención de sus padres con más hermanos.
Por otro lado, el hijo único, generalmente lleva una gran mochila sobre sus hombros, que comienza a llenarse desde que es pequeño ¿Cómo así? Son los únicos que pueden satisfacer todos esos deseos reprimidos de sus padres y deben aguantar las exigencias de su familia, lo que es una enorme responsabilidad.
El aburrimiento es otro tema recurrente, más aún hoy, cuando los niños necesitan factores externos para entretenerse. Es por ello que la preocupación de los padres se transforma en sobreprotección, atendiendo a todas las necesidades, preocupaciones y síntomas del hijo único de manera exagerada, educando muchas veces hijos temerosos y privados de libertad.
Pero nada es tan grave, si has optado o tienes un solo niño estos consejos te ayudarán a ser madre de un hijo único desde pequeño:
-No lo protejas en exceso.
-Respeta los fallos y errores que pueda cometer e invítalo a seguir intentándolo.
-Anímalo a que cumpla sus propios deseos, no los tuyos.
-No te sientas culpable cuando le llamas la atención o lo castigas.
-Fomenta las relaciones de tu hijo con otros niños de su edad. Para ello es importante que busques actividades recreativas o deportivas donde deba compartir con sus pares.
-No lo eduques rodeado de adultos.
-Permítele cierto grado de libertad de acuerdo a su edad.
-No potencies sus miedos.
-Lo más importante, no olvides entregarle afecto, ya que esto le entrega mayor seguridad.
Fuente:
www.guiainfantil.com
Revista Padres OK
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