La ictericia en el recién nacido

Si bien hay más de un factor por el que un recién nacido se puede poner amarillo, la ictericia fisiológica es la más común y está relacionada con la salud del bebé. El pediatra y miembro de la Sociedad Chilena de Pediatría, Francisco Moraga nos cuenta de qué se trata.

La ictericia fisiológica del recién nacido se debe al exceso de bilirrubina que se encuentra en la sangre y que el organismo del recién nacido no puede procesar, reflejándose en la pigmentación amarillenta de la piel y de los ojos. Este es un problema frecuente que afecta la salud del bebé.

Si te sientes identificada con estas palabras, ¡no te asustes! Si bien, la ictericia fisiológica del recién nacido siempre debe ser controlada por un pediatra, es importante que sepas que la ictericia no es una enfermedad que afecta la salud del bebé, sino un estado temporal del recién nacido que se presenta en alrededor del 50% de los recién nacidos después de las 24 horas de vida, generalmente al segundo o tercer día. “Los recién nacidos tienen propensión a presentar aumento de la bilirrubina en la sangre, ictericia, porque nacen con un "exceso" de glóbulos rojos que compensan el estado de bajo oxigeno que el bebé tiene en el útero”, explica el doctor Moraga.

Sin embargo, este estado relacionado con la salud del bebé desaparece cuando el recién nacido aprende a respirar solito, lo que provoca, afirma el pediatra, “la destrucción de estos glóbulos rojos sobrantes, desbordando la capacidad del hígado de eliminar la hemoglobina como bilirrubina”.

Por lo general, la ictericia del recién nacido  se manifiesta en la cabecita y a medida que van pasando los días se va trasladando al resto del cuerpo, hasta llegar al día 5 de vida, período en que la bilirrubina se puede apreciar en su nivel más alto.

Por eso es muy importante que el pediatra a cargo de la salud del bebé, revise al recién nacido los días después del parto, ya que por medio de un simple examen de sangre podrá determinar los niveles de bilirrubina del recién nacido y determinar si corresponde a ictericia o a otras causas más complejas que pueden afectar la salud del bebé. Y si los exámenes del recién nacido salen bien, debes estar tranquila ya que la salud del bebé está bien, pasados unos días el color amarillento de su piel desaparecerá.

Además del control del pediatra, es importante para detectar la ictericia del recién nacido y cuidar la salud del bebé, poner al recién nacido bajo una luz potente y observar el color de su piel. En los recién nacidos de piel clara es evidente la presencia de este color amarillento, sin embargo en los de pieles más oscuras, debes prestar mayor atención y, para ello, es importante fijarse en las palmas de las manos y de los pies, ya que su pigmentación es más clara y será más fácil distinguir un posible caso de ictericia.

Ante cualquier duda sobre la ictericia y la salud del bebé, no dudes en consultar con tu pediatra.