¡También nutre sus emociones!
Aprende cómo las experiencias nutren su vida.
¿Alguna vez te has preguntado sobre la importancia de darle cariño y afecto a tu bebé? Sabemos que es imposible quitarle la vista de encima, que todo el tiempo tienes ganas de estar con él y darle miles de besos y abrazos. ¿Sabías que toda esta conexión emocional ayuda a su crecimiento y desarrollo personal? Todas las experiencias positivas que tenga tu hijo durante esta etapa lo ayudarán a formar más y mejores conexiones cerebrales al mismo tiempo que ayuda a la salud de sus células, mejorando su aprendizaje en ésta y futuras etapas.
La arquitectura básica del cerebro se construye a través de un proceso que comienza desde la gestación y continúa hasta la edad adulta. Los genes proporcionan el modelo básico de desarrollo cerebral y las experiencias que vive cada niño influyen en cómo se moldearan las características genéticas y si serán utilizadas o no. Las experiencias, junto con la genética, dan forma a la calidad de la arquitectura del cerebro y establecen una base sólida para el aprendizaje, la salud y el comportamiento. La plasticidad o la capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse es mayor durante los primeros años de vida y disminuye conforme van pasando los años.
El vínculo entre los padres y sus hijos ayuda a construir la capacidad de un niño para formar relaciones con otras personas, expresar sus emociones e incluso desarrollar capacidades que lo ayudan a superar desafíos difíciles. Aunque no lo creas, los niños son capaces de reconocer el tipo de cuidado que reciben desde que nacen; pueden sentirse tranquilos y seguros cuando las personas, sobre todo sus papás, les dan cariño y afecto.
Desde sus primeros años de vida, los niños comienzan a explorar el mundo que los rodea, desarrollan empatía, aprenden la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, a confiar en sus decisiones y mucho progreso más a través de la nutrición emocional.
Contrario a lo que muchas personas creen, brindarle atención y cariño a tu hijo le hará mucho bien, ¡lo ayudas a nutrir sus emociones! Puedes comenzar con estos consejos:
· Consuela a tu hijo cuando esté alterado, ayúdalo a mantener la calma
· Habla con tu hijo, lo ayudará a aprender a comunicarse
· Ahora que es más grande, puede ayudar a la familia en tareas sencillas en la casa
· Deja que tu hijo te exprese sus sentimientos y te cuente cómo se siente
· Deja que tu hijo resuelva problemas por sí mismo, procura no hacerlo tú
· Deja que tu hijo juegue con otros niños, es importante que aprenda a compartir y relacionarse con sus pares.
Una relación afectuosa entre tu peque y tú lo ayudará a prepararse para relacionarse en el futuro. Nada se compara con la seguridad y afecto que puedes darle, sus primeras formas de relacionarse las aprende en casa y serán su referencia, ¡ayúdalo a construir su confianza en sí mismo y empatía!
Cuéntanos, ¿cómo han desarrollado tu peque y tú su comunicación?, ¿tienen una relación afectiva?, ¿qué consejos le darías a otras mamás para desarrollar una relación más unida con su peque?
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